PREGUNTA:
El 16/10/2012 11:33 a.m., Ruth escribió:
Quería preguntar algunas dudas:
– Al curar un enfermo, ¿ Hay un único medicamento para la persona? o más bien durante el proceso de la enfermedad van cambiando los medicamentos?
– También me resulta difícil que una persona encaje totalmente en una personalidad homeopática, ya que las personalidades homeopáticas son muy concretas. Por lo tanto me hace pensar que cada medicamento cura una parte de la enfermedad y, cuando se ha curado esa parte, hay que encontrar otro medicamento apropiado. Es así?
– Otra duda que me asalta, cómo es posible que una potencia homeopática más alta este más diluida que otra más baja. La lógica indica que, cuanta más agua se pone a algo, menos efecto hace.
– Se habla de “fuerza vital”, ¿ qué es exactamente?
RESPUESTA:
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En Homeopatía existe un concepto que dice que una persona puede “ser” Sepia, Sulphur, etc., o “estar” en Sepia, Sulphur, Natrum muriáticum, etc. Habitualmente se prescriben los remedios homeopáticos para el modo de estar, ya que es más difícil encontrar el modo profundo de ser. Determinadas circunstancias de la vida pueden hacer que uno responda o se adapta al entorno con características de Natrum, Nux vómica, Pulsatilla, etc. Si Ud. indica los productos homeopáticos por el modo de ser, está haciendo un excelente tratamiento homeopático.
Tanto la teoría de los miasmas como la de las personalidades homeopáticos apuntan, justamente, a un modelo teórico. En la práctica somos trimiasmáticos y los medicamentos homeopáticos también cubren síntomas de los 3 miasmas. Todos tenemos aspectos en mayor o menor grado de las diferentes personalidades. Recuerde que la Homeopatía es una “terapia por similar”, y similitud no es lo mismo que igualdad, o sea, que un similar bien indicado va a desencadenar una respuesta en el sistema inmunológico, en la energía vital, en la vitalidad del paciente. Lo que cura no es el medicamento, es la propia fuerza curativa del paciente que fue estimulada por el mejor de los similares. Si cambiamos la idea de algo único para cada persona, por el mejor de los similares, con seguridad que va a desencadenar una acción biológica y en la fuerza vital como respuesta, que observando las leyes de Hering se va a determinar si está encaminada a la curación o no.
Lo de la dilución, es cierto cuando el efecto lo desencadena la cantidad de materia, pero cuando el efecto es “dinámico, energético y con la energía de la información”, con la impronta del producto, se observa que a mayor dilución y AGITACIÓN el producto genera nuevas respuestas biológicas en el receptor, que antes de ser dinamizado no las generaba el producto crudo, por decirlo de alguna manera. Antiguamente, a las dinamizaciones se las denominaba diluciones, y hay aún quien las denomina así, pero la gente tenía la idea de que al ser dilución no surtía efecto. Algunos optaron por llamarlas potencia, y otros dinamizaciones. Es importante saber que no necesariamente una dinamización alta es más “potente” que una baja, en realidad la diferencia está en que la dinamización alta actúa durante más tiempo, y la baja actúa sobre un tiempo corto, por consiguiente, dinamizaciones a la 6 CH hay que darlas diariamente, y dinamicaciones a la 1000 CH, duran hasta varios meses. Por ese motivo se dan altas dinamizaciones únicamente si se tiene la certeza de una gran similitud, porque es más difícil volver atrás. De todas maneras, el tema de la administración y la potencia está basado en estas reglas generales, pero en realidad hay que adaptarlas a la respuesta de cada paciente. Hay pacientes que responde bien a la 6 CH, otros a la 30, y otros a la 1000.
En cuanto a la fuerza vital, es un cuestión hasta filosófica, le paso un link:
http://es.wikipedia.org/wiki/Vitalismo
Un saludo cordial,
Néstor Brizuela